En un recetario de 1830 que está en el Archivo General de la Nación es interesante ver que ya aparece la receta de la salsa blanca, lo que muestra que en aquellos años la cocina argentina estaba muy al tanto de las novedades culinarias. Su origen se ubica en Francia y se le atribuye a Louis de Bechamel, marqués de Nointel, mayordomo de Luis XIV. Otros se la atribuyen al cocinero del mismo rey, François Pierre de La Varenne, que la describe en su libro Le cuisinier françois. Finalmente, más importante que establecer quién la inventó es recordar que sin una buena leche, no hay salsa blanca que salga excelente