Es una de las típicas comidas precolombinas que siguen figurando en la mesa de los argentinos, así como de la mayor parte de los pueblos andinos de Latinoamérica. Especialmente en los habitantes del Noroeste, que suelen prepararlo en una versión donde hoy el maíz es un gran protagonista, cuando antiguamente se llamaba locro prácticamente a todo tipo de guiso, nombre que heredamos los pueblos originarios, y donde solía tener más protagonismo la papa. No es exagerado decir que existen tantas variedades de locros como casas o restaurantes lo preparen. Y los bonaerenses se sienten convocados a prepararlo casi por obligación, para las fechas patrias. El toque final de un buen locro es la salsa picante que se le coloca una vez servido, y unos trozos de queso, donde el gusto de cada uno es el que decide. Servir en cazuelas y espolvorear cada porción con queso Grana Pampeana Rallado
0.5 kg de maíz blanco partido
0.5 kg de porotos
250.0 g de carne de ternera (con hueso)
2.0 chorizos colorados
100.0 g de panceta ahumada
250.0 g de pechito de cerdo
500.0 g de zapallo amarillo criollo
2.0 puerros
3.0 cebollas de verdeo
1.5 cdas de pimentón dulce
1.0 cda de comino
Sal y pimienta
Retirar las carnes, cortar en trozos y volver a colocar en la cacerola, añadir las verduras y continuar la cocción hasta que las verduras estén tiernas.