Procedimiento
Cortar la manteca en cubos y colocar en una cacerolita.
Llevar a fuego mínimo (lo más bajo posible; de ser necesario, colocar sobre un difusor) para lograr derretir la manteca lentamente. Una vez derretida, dejar reposar unos minutos fuera del fuego.
Se formarán 3 capas. La superior (una espuma blanquecina) que se retirará con la ayuda de una cuchara; la del centro, amarilla y transparente que es la manteca clarificada; y en la parte inferior, el suero.
Reservar bien tapado hasta el momento de su uso. Las ventajas de la manteca clarificada son su calidad, alto punto de ebullición y largo período de conservación (varios meses en la heladera).